jueves, 21 de junio de 2012

Nos visitó Ana Teja






Ana Teja de Juana, una poeta que juega con las palabras
    El 27 de marzo nuestro instituto recibió a una poetisa procedente de Cantabria: Ana Teja de Juana.
   Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, ha participado en talleres de creación literaria con José Hierro (1998) y José Saramago (2000), en talleres de cuenta-cuentos así como en diversas tertulias, recitales poéticos y revistas literarias. Ha recibido el primer premio del Concurso de Cuentos Cortos del Ayuntamiento de Camargo (1997 y 2000) y el segundo premio del Concurso de Narración Breve Gabino Teira (2000). Forma parte de las antologías poéticas Después de todo (Cuadernos de Sandua, 2003) y Como un anillo (Libros del Claustro Alto, 2003).
   Queda claro que a Ana lo que le gusta es jugar con las palabras. Y a eso vino, porque durante toda la mañana la poetisa impartioó unos talleres a alumnos de 3º y 4º de la ESO, en los que, ademaás de recitar los poemas de su útimo poemario, incitó a jugar a los chavales de manera que, jugando, todos ellos compusieron un poema.
   La persona que hubiera visto solo retazos filmados de estos talleres, quizá hubiera pensado que aquello era más bien un taller de expresión corporal, una clase de educación física, una terapia emocional o simplemente un conjunto de chicos y chicas en plena euforia colectiva. Y es que todos pasamos de la escucha activa (Ana se transforma cuando recita: crece, se encoge, bufa, desorbita sus ojos, se retuerce...), a la concentración en los sonidos, la creación de palabras, la invención de significados... Y todo esto mientras paseábamos, desfilábamos, creábamos ritmos, sonidos...
   En definitiva, Ana Teja demuestra que la creación no tiene por qué ser un acto íntimo e individual, sino que se puede convertir en un acontecimiento lúdico, festivo y colectivo.
Como muestra de esta visión colectiva de lo creativo, transcribimos este poema de su libro Con la mano al cuello:
Que levanten la mano
Que levanten la mano quienes tengan algo que decir los ojos llenos las venas llenas ellos los desvelados por el desgarrador gemido de una palabra abriendo la jaula de sus huesos
Que levanten la mano quienes tengan algo que contar no importa si precisan al hacerlo algunos dedos de la mano que levantan para sumar llevadas para empezar de cero para elevarse al cubo o a las nubes o arrancarse de cuajo una raíz cuadrada
Que levanten la mano quienes tengan algo que perder si hablan.
Que levanten la mano al cielo del paladar y palpen la pulpa palpitante de esa palabra

espina que atraviesa el silencio de la boca.
Que levanten la mano sin dudarlo.
Que levanten la mano aunque molesten.
Que levanten la mano bien arriba más aún siempre más y más alto. Que levanten la mano con firmeza.
Que no tiemble la mano que levantan.
Que levanten la mano quienes tengan algo aún que decir. Es el momento.
(Ana Teja de Juana) 

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